La gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal lanzó este sábado su campaña para la reelección con un llamado a evitar el triunfo del "pasado con cara nueva" en una alusión transparente a su competidor del kirchnerismo Axel Kicillof, en un acto que incluyó un fuerte respaldo del presidente Mauricio Macri, quien afirmó que "no podría gobernar ni un minuto" sin ella. 

Como viene sucediendo en todos los frentes, Vidal eligió un formato no masivo para el lanzamiento: hizo un acto en un hotel céntrico de La Plata –el más importante de la ciudad, inaugurado bajo su gestión- junto a Macri, y los dos compañeros de fórmula, Miguel Pichetto y Daniel Salvador, del que participaron unos 400 dirigentes del oficialismo, la mayoría de ellos candidatos. 

En tono enfático, Vidal admitió que "todavía nos duele lo que falta" hacer en la provincia, pero en esta elección "no se define por candidatos, sino una forma de hacer política" y que la opción es entre "construir ese futuro que está cada vez más cerca" o "volver a un pasado que en la provincia fue una bomba estallada" en alusión al legado del gobierno de Daniel Scioli. 

Como vino haciendo toda la semana, la Gobernadora apuntó sin nombrarlo a Kicillof, el candidato a sucederla por el Frente de Todos, al hablar de "ese pasado con cara nueva y otras que conocemos muy bien". Dijo que "nos quieren hacer creer que nos vamos a cuidar, pero no pueden hacer nada de eso". Y, en términos de arenga, señaló que "vamos a ser nosotros los que los vamos a cuidar, no van a ser ellos".