El precandidato presidencial del PJ-Unidad Ciudadana, Alberto Fernández, fue dado de alta hoy tras permanecer 48 horas en observación y aseguró que su vida seguirá "absolutamente normal", por lo que retomará sus actividades de campaña.

 "Vine por un dolor horrible por irritación de la pleura y con una tos seca que todavía tengo, y me pusieron calmantes, morfina y desinflamantes, y vieron cuál podía ser la causa", contó Fernández, quien ya dejó el hospital Otamendi, desde donde desmintió que hubiera ido de urgencia "por un dolor en el pecho y todas esas estupideces que se escribieron en un tuit", puntualizó.

En esa línea, recordó que "hace 10 años tuve un trombo en el pulmón que dejó una cicatriz, que es lo que llaman infarto pulmonar, y la tos seca y la cicatriz generaron la irritación de la pleura, o tal vez pudo haber sido un pequeño coágulo que estuvo y se disolvió", explicó, según le informaron los médicos.

 Respecto a la noche de la internación, aclaró a Radio la Red que "hablé con mi médico y me dijo venite y te reviso, no es que vine a internarme, ni con dolores en el pecho, ni las estupideces que pusieron en un tuit", señaló. Aclaró además que llegó a la clínica "manejando y esperé, como todo el mundo, a que el médico me revise".